Por GEOFFREY A. FOWLER
¿Quién es su padre? Un sitio web podría saberlo a ciencia cierta.
Empresas que combinan tecnología de mapeo de ADN con redes sociales están creando un mundo nuevo en el cual muestras de los genes de las personas pueden usarse para mapear árboles genealógicos, encontrar familiares desconocidos e identificar a los padres biológicos de niños adoptados.
Este mes, Ancestry.com Inc., un sitio web de investigación genealógica con 2 millones de suscriptores, lanzó un servicio de ADN por US$99 que les permite a los usuarios comparar unos 700.000 puntos de su propio genoma con los incluidos en su base de datos. El sitio, que también cobra una tarifa de suscripción mensual de US$12,95, usa datos de ADN para crear un mapa de los antecedentes étnicos del usuario y descubrir lazos biológicos entre personas.
Ancestry, que opera desde Utah, es la mayor empresa hasta el momento en adoptar este nuevo uso de datos de ADN.
"En todas las familias, en distintos grados, hay interés por entender quiénes somos y de dónde venimos", afirma Tim Sullivan, presidente ejecutivo de Ancestry. La empresa, cuyo principal negocio es poner en línea miles de millones de certificados de nacimiento, defunción y matrimonio, invirtió un año y cerca de US$15 millones en crear el servicio de ADN y reclutar alrededor de 10.000 personas para las primeras pruebas.
Sullivan, cuya compañía registró US$400 millones en ingresos el año pasado, afirma que la ciencia del ADN podría ampliar la cantidad de gente que adquiere suscripciones a Ancestry al simplificar el proceso de investigación.
Las pruebas de ADN existen desde hace décadas. Lo nuevo es que mapas detallados del genoma humano se han vuelto menos costosos, y se vuelven sociales, lo que le permite a la gente construir redes en línea personales que se vuelven más útiles a medida que se suscribe más gente.
Arlene O'Donnell, una oficial de policía retirada de California, se suscribió para una de las primeras pruebas del servicio de ADN de Ancestry el año pasado. "Mi meta es descubrir por qué soy la persona que soy hoy", dice.
Ancestry le envió un kit para recoger una muestra de su saliva, y O'Donnell se la envió por correo. En el laboratorio, Ancestry realizó una prueba con la muestra y obtuvo marcas genéticas del ADN de O'Donnell.
Los resultados iniciales informaron a O'Donnell sobre sus antecedentes étnicos al comparar su ADN con una base de datos de 100.000 personas de todo el mundo. Se enteró de que 40% de sus ancestros eran de las islas británicas, un dato que ya había obtenido tras años de estudiar su genealogía a través de documentos públicos.
La sorpresa la recibió en abril, cuando le llegó una alerta de Ancestry que decía que había encontrado un primo segundo que no estaba en el árbol familiar que había creado en el sitio. [La empresa puede determinar con cierta confianza relaciones hasta primos cuartos o quintos].
Cuando el sitio encuentra una coincidencia, les da a ambas partes la posibilidad de conectarse a través de su portal. En el caso de O'Donnell lo hicieron, y la mujer descubrió que tenía un primo que vivía a pocos kilómetros. El sitio cruzó los datos de ADN de árboles genealógicos en su base de datos para refinar la relación de los primos: sus abuelas eran hermanas.
Los servicios son tan buenos como sus bases de datos de usuarios, y no está claro cuántas personas están dispuestas a someterse a un análisis de ADN.
Ancestry no revela cuántos clientes necesita en su base de datos para establecer coincidencias útiles entre familiares dentro de un amplio rango de usuarios. 23andMe Inc., que comenzó como un servicio para ayudar a encontrar información médica a partir de ADN, afirma que tiene 150.000 usuarios. Family Tree DNA dice que ha vendido pruebas, incluyendo versiones que mapean menos datos genéticos, a 600.000 personas.
La tecnología de ADN social puede ser especialmente útil para quienes fueron adoptados. Neil Schwartzman, un cliente de 23andMe que tiene 53 años y vive en California, se sometió a un análisis de ADN en 2010 para saber más sobre sus antecedentes médicos y como último intento, tras décadas de búsqueda, de encontrar a su familia biológica. Schwartzman, que había sido adoptado, recibió un mensaje el año pasado de otra clienta de 23andMe que le dijo: "Creo que eres mi hermano". Luego, Schwartzman conoció a su hermana y a su madre biológica.
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