Por Dan Gallagher
El Kindle de Amazon es, de lejos, el lector electrónico más popular del mercado. Sin embargo, aún no queda claro cuántas ganancias —si acaso alguna— la compañía genera con el aparato y los negocios vinculados a los libros electrónicos.
Amazon se niega a revelar cifras de ventas específicas del aparato. Claramente, se vende muy bien. A fines de enero, la compañía anunció que vendió más unidades de la última versión del lector electrónico, el Kindle 3, que ejemplares del último libro de la serie de Harry Potter, lo que transformó al Kindle en el producto más vendido en la historia de Amazon.
Para el último trimestre de 2010, Amazon reportó una ganancia de US$416 millones, 8% más que en el mismo período del año anterior. No obstante, el éxito del Kindle podría no tener nada que ver con esos resultados. De hecho, podría incluso estar perjudicándolos. En primer lugar, es probable que Amazon gane poco o nada con la venta del aparato en sí. Un estudio de la investigadora de mercado iSuppli estimó el año pasado que el costo total de los materiales del 3G Kindle era de US$155,56, alrededor de US$33 menos que el precio de venta del aparato. Dado que los cálculos de iSuppli no incluyen el costo del software, las licencias, los derechos, los gastos de manufactura (Amazon terceriza la fabricación del Kindle) y la cuota que les corresponde a los operadores celulares, los analistas sospechan que Amazon vende el Kindle con una pequeña pérdida.
Algunos analistas le preguntaron a la compañía al respecto durante una conferencia telefónica el 28 de enero, pero el director financiero de Amazon, Tom Szkutak, no quiso dar datos específicos sobre la rentabilidad del Kindle.
La mayoría de los analistas asume que el Kindle opera basándose en el modelo de las rasuradoras-hojas de afeitar. La táctica es vender un producto (como las afeitadoras) con descuento, y un segundo producto que depende de él (como las hojas de afeitar) a un precio más alto. Para Amazon, esto significaría vender el Kindle con descuento para ganar dinero con la venta de libros electrónicos.
Pero Ben Schachter, de Macquarie Research, dice que no está claro si las ventas de libros electrónicos realmente ayudan a los resultados de Amazon. Varias editoriales han adoptado lo que se denomina el "modelo de agencia", que les permite fijar el precio de los libros electrónicos con una comisión para los vendedores como Amazon. Mucha gente asumió que este modelo de precios ayudaría a incrementar los márgenes de Amazon a medida que las ventas de libros electrónicos crecían. Sin embargo, Schachter dice que la falta de ganancias derivadas del Kindle, junto con la decisión de la compañía de vender productos electrónicos y mercadería en general a márgenes más bajos, está presionando sus resultados.
"Es por eso que la gente está frustrada con la falta de mejoría de los márgenes", dice Schachter. "Cualquier mejora de los márgenes de los libros electrónicos es socavada por el gasto, (el costo del) hardware del Kindle y la transición hacia las categorías de electrónicos y mercadería general. Amazon está dispuesta a presionar los márgenes para ganar dinero a largo plazo", explicó.
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