El marketing de música en la era digital está lleno de dificultades, pero uno de los principales problemas de los artistas es simplemente conectarse con su audiencia.
En tiempos pasados, la principal batalla de los músicos era conseguir que sus discos o CDs llegaran a las tiendas, con la esperanza de que los aficionados curiosos reparasen en ellos.
Hoy en día, la tecnología moderna hace que subir el contenido a internet sea un juego de niños para los músicos. El problema es que suelen ser pasados por alto.
La mayoría de los servicios de música digital ofrecen una variedad de canciones más amplia que cualquier tienda. Pero cuando se trata de recomendar música nueva, desconocida, por lo general estos apuntan en la dirección de lo que el usuario anterior compró.
"Un servicio de música podría tener 300.000 artistas, pero el consumidor medio conoce sólo a diez artistas, de modo que: ¿qué pasa con los otros 299.990?", dice Ty Roberts, director de tecnología de la empresa de bases de datos musicales Gracenote.
"Bueno, tenemos un software que analiza lo que sabemos acerca de la música. Entra en las canciones y les analiza la energía, el tempo, el estado de ánimo que suscitan.
"Puede ser que tome a Black Sabbath y diga que es de estilo gótico, oscuro, de heavy metal. Si al usuario le gusta, entonces podemos inferir qué otros tipos de música le pueden gustar".
Sin límites
El software de Gracenote figura en el núcleo de muchos servicios de música "en la nube", es decir, los que no requieren que uno descargue las canciones ni las guarde en la computadora.
En cambio, la música está en un servidor y se transmite a la computadora, el teléfono móvil u otro dispositivo.
Servicios como Spotify, Pandora y MoG emplean en cierta medida la base de Gracenote.
Pero el que hace el mayor uso de Gracenote es el nuevo servicio Music Unlimited (Música Ilimitada) de Sony, disponible a través de su plataforma en línea Qriocity, un servicio pago que proporciona acceso total a seis millones de canciones.
Music Unlimited fue lanzado la semana pasada en Estados Unidos y está disponible en Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, España, Canadá y Japón.
El servicio de Sony utiliza la tecnología Gracenote Discover para analizar los gustos musicales, basada en la colección que tienen los usuarios.
Además de la intervención humana a cargo de un equipo interno de expertos en música internacional, Gracenote también somete a las canciones a un análisis por computadora de sus ondas, que producen lo que la empresa denomina "datos descriptivos de las pistas".
Con esta información, el servicio puede ofrecerles a los usuarios recomendaciones musicales personalizadas y sugerirles nuevas canciones para escuchar.
"Todos los datos"
"Esa tecnología es clave para que esos servicios en la nube funcionen", dice Roberts, de Gracenote.
"Una gran cantidad de personas que utilizan estos servicios pueden haber estado desconectadas del proceso de la música durante décadas. Todavía disfrutan de la música, pero hace mucho tiempo que no van a una la tienda de discos".
No es de extrañar que Sony sea el usuario más entusiasta de la tecnología más reciente de Gracenote, ya que compró la empresa en 2008.
Sin embargo, Gracenote ha mantenido su sede en Emeryville, California, y el cambio de titularidad no le ha impedido prestar servicios a otras empresas.
"Trabajamos con una gran cantidad de compañías que son competidores de Sony; la totalidad de las empresas con las que trabajábamos en 2008 todavía están con nosotros", explica Roberts.
"Todo el mundo obtiene todos los datos. Somos parte de la comunidad de Silicon Valley y hay un espíritu de cooperación.
"He estado haciendo esto durante 15 años y es una comunidad bastante buena. Todos se conocen entre sí".
Roberts afirma que es un "desafío" para su empresa convertirse en "una marca más reconocida públicamente".
Si usted ha oído hablar de Gracenote, lo más probable es que se deba a que le apareció en su computadora el mensaje "conectando a la base de datos Gracenote" durante la copia de un CD en el programa iTunes de Apple.
El producto más popular de la empresa sigue siendo su gran base de datos musical, que contiene datos de ocho millones de álbumes y 100 millones de canciones, lo que le permite al iTunes y a otros programas reproducir pistas de MP3 perfectamente etiquetados en el reproductor de música.
Rápido crecimiento
"La industria de la música nunca pensó en poner un número en el CD para indicar qué es", dice Roberts.
"Nuestro sistema utiliza la longitud de las pistas. Si se ponen los números en una secuencia, se crea un número de teléfono para el CD.
"Si se tienen de seis a diez temas, la secuencia de las longitudes es bastante única. Es hasta 1 / 75 de segundo".
El producto MusicID de Gracenote también le ayuda a trabajar al servicio Genius de Apple, que escanea las canciones y compila listas de reproducción basadas en cualquier artista elegido.
Y un tercio de los ingresos de la empresa proviene ahora de los coches, gracias a la incorporación de su base de datos en productos como el sistema de comunicaciones Sync de Ford en Estados Unidos.
La gente está reproduciendo más música por todas partes, pero eso no se traduce en ventas, por lo que también tenemos que resolver eso
Ty Roberts, Gracenote
Todas estas actividades le han ayudado a Gracenote a crecer rápidamente. Fundada en 1998, tenía sólo 20 personas trabajando en una fecha tan reciente como 2004, pero ahora tiene 320, con oficinas en Múnich, Berlín y Tokio, además de los trabajadores a tiempo parcial que introducen datos de CDs en todo el mundo.
"Ahora tenemos un acceso total de 5,5 millones de búsquedas al mes, así que le estamos pisando los talones a McDonald's", dice Roberts. "Somos como el McDonald's de la música, pero con menos queso".
El único problema es que todos estos servicios en la nube no están necesariamente convenciendo a la gente de que pague por la música.
El servicio Music Unlimited de Sony tuvo una recepción tibia por parte de algunos analistas de tecnología, que no pueden ver por qué los consumidores deben esperar a pagar por algo que tienen gratis en Spotify.
A diferencia de Spotify, el servicio de Sony no tiene una versión gratuita.
Roberts admite que la cultura de obtener beneficios sin pagar sigue siendo un problema para la industria de la música.
"Hay un mayor uso de la música", dice. "La gente está reproduciendo más música por todas partes, pero eso no se traduce en ventas, por lo que también tenemos que resolver eso. Tenemos que arreglarlo así podemos seguir vigentes y hacer más música".
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