Una tecnología poco sofisticada permite enviar imágenes como mapa de bits a través de mensajes de texto, lo que abre un abanico de posibilidades para los habitantes más pobres del planeta.
En el campo de las comunicaciones móviles aún queda mucho margen para innovar en las capas más bajas. En Bangalore (India), investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá) y de Microsoft están imaginando nuevos modelos de negocio para los propietarios de teléfonos móviles más pobres del mundo adaptando un protocolo relativamente desconocido capaz de recibir imágenes como mapas de bits en mensajes de texto. La tecnología se podría usar directamente en los aproximadamente 1.500 millones de teléfonos Nokia y Samsung de gama baja que se encuentran en circulación en el mundo.
Los investigadores han probado el uso de esta tecnología para digitalizar documentos escritos a mano palabra por palabra, mediante crowdsourcing, una tarea que cualquiera con un teléfono barato podría hacer para ganar algo de dinero. Una palabra escrita a mano se muestra como imagen –parecida a la gráfica retro de los juegos de Atari de la década de 1980- y el dueño del teléfono teclea la palabra, contribuyendo con ese granito de arena a un trabajo más amplio.
“El crowdsourcing en los teléfonos tiene el potencial de proporcionar ingresos sustanciales a gente que es muy pobre y tiene mucho tiempo libre”, afirma Ed Cutrell, ingeniero informático en Microsoft Research India, que tiene su sede en Bangalore. “Una de las cosas que más nos interesa descubrir es si existen medios de proporcionar ingresos extras a personas que no tienen acceso a un ordenador y a Internet”, asegura.
Herramientas como Mechanical Turk de Amazon ya permiten esa aplicación y aunque se puede acceder a ellas usando teléfonos inteligentes, suelen requerir un ordenador de verdad y una conexión a Internet. De hecho, a pesar de que aproximadamente un tercio de los trabajadores de Mechanical Turk residen en India, hay estudios que demuestran que en general estos trabajadores tienen educación universitaria, ganan el doble del salario medio nacional y usan ordenadores, no teléfonos inteligentes.
En contraste, los protocolos involucrados en esta nueva investigación, que forman parte del Servicio de Mensajería Inteligente de Nokia, permiten el envío de mensajes de imágenes binarias con una resolución de apenas 74 por 28 píxeles. Esto permite que una imagen tosca se pueda ver en teléfonos básicos de 20 dólares con pantallas en blanco y negro de 1,3 pulgadas y a través de SMS, que es un protocolo disponible de forma generalizada. “Es una antigua tecnología puesta en marcha por Nokia”, afirma Aakar Gupta, autor principal del artículo, que se presentó en una conferencia el mes pasado. “La mayoría de la gente se había olvidado de que existía”.
Efectivamente, Nathan Eagle, profesor de Harvard y director general de Jana(anteriormente conocida como Txteagle), que usa teléfonos de gama baja como plataforma para aplicaciones de marketing y encuestas en zonas pobres del mundo, afirma que nunca había oído hablar del protocolo de imágenes para SMS antes de la aparición del artículo. “Cuando la gente piensa en los teléfonos inteligentes, piensan en aparatos como el iPhone y aplicaciones de la AppStore o de Android Marketplace”, explica. “Pero es emocionante que exista la posibilidad de que los teléfonos de gama baja muestren imágenes en forma de mapa de bits en más de mil millones de aparatos”.
Eagle ve toda una serie de aplicaciones posibles para la tecnología. “Es una idea interesante y, sinceramente, merece la pena difundir la existencia de este protocolo”, sostiene. “Si puedes mandar una imagen en forma de mapa de bits a aparatos de gama baja, puedes hacer muchas cosas”.
Según los investigadores de Microsoft y Toronto, entre otras aplicaciones posibles estaría el envío de identificadores en forma de código de barras como medida de seguridad bancaria. Pero en un principio se están centrando en la idea del crowdsourcing, que han bautizado como mClerk. En una prueba piloto de cinco semanas los investigadores pusieron a dueños de teléfonos móviles la tarea de digitalizar palabras escritas a mano en el idioma local, el kannada, en una zona que está a cuatro horas de Bangalore.
En cinco semanas 239 usuarios habían completado 64.000 tareas, obteniendo un total de 25.000 palabras digitalizadas en un documento escrito a mano que había sido dividido en miles de imágenes de palabras individuales.
Los investigadores pagaron a los participantes con minutos de llamadas, no con efectivo, y calculan que esta forma de pago para alguien que trabajara dos horas al día todos los días podría equivaler a unos 21 dólares (unos 17 euros) mensuales, un 12 por ciento del salario medio en la región. Gupta afirma que el concepto podría ampliarse a toda clase de material escrito a mano, como los datos contenidos en los informes médicos, permitiendo quizá la distribución digitalizada de los historiales médicos.
Los investigadores no tienen planes inmediatos para la comercialización de la tecnología, aunque la desarrollarán en mayor profundidad a lo largo del verano.
Eagle avisa de que la transcripción mediante crowdsourcing quizá no sea la mejor aplicación posible del uso de imágenes en mensajes de texto. Pero afirma que se imagina a los desarrolladores escribiendo juegos sencillos o tareas educativas, o incluso la posibilidad de compartir imágenes sencillas en las redes sociales basadas en los mensajes de texto. “Es fantástico ver que hay más gente pensando en otros usos posibles de estos aparatos de baja gama más allá de las llamadas estándar de teléfono y los mensajes de texto”, afirma.
Copyright Technology Review 2012.
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