Por DAISUKE WAKABAYASHI
Esta semana, cuando el mundo de los videojuegos se tomé Los Angeles, durante el encuentro anual de la industria, Nintendo Co. será el centro de atención.
La empresa japonesa usará la Electronic Entertainment Expo, conocida también como E3, para presentar al sucesor de su consola de juegos Wii, un lanzamiento clave en medio de una época de vacas flacas para el gigante de los videojuegos.
E3 siempre ha sido un trampolín para las nuevas consolas de videojuegos —que suelen lanzarse cada cinco o seis años— que ayuda a estimular la demanda de hardware y software. Nintendo ofreció un vistazo del nuevo sistema, al que bautizó Wii U, en la edición del año pasado del E3, pero se espera que la empresa muestre realmente el martes la capacidad de la máquina.
Hay mucho en juego. El Wii original de Nintendo, lanzado en 2006, se vendió en grandes volúmenes debido a factores tales como la accesibilidad de sus juegos y controles que detectaban los movimientos de los usuarios. Nintendo ha vendido cerca de 100 millones de unidades en los últimos años, superando a la Xbox 360 de Microsoft Corp. y a la PS3 de Sony Corp.
Sin embargo, el ritmo de ventas se ha desvanecido de manera gradual. En el último trimestre fiscal, Nintendo registró su primera pérdida anual en más de tres décadas.
Nintendo sufrió otro golpe el año pasado con el flojo debut de su consola portátil 3DS. Aunque una profunda reducción del precio ayudó a despertar más interés en el 3DS, Nintendo espera que sus ingresos caigan otro 26% en el año hasta marzo de 2013.
El Wii U podría probar si Nintendo podrá mantener el rumbo en medio de las mareas de cambio que han transformado a la industria. Durante los últimos 30 años, la empresa ha permanecido firme en el modelo tradicional de venta de consolas con juegos almacenados en cartuchos o discos. Sin embargo, otras formas menos costosas comenzaron a ganar terreno rápidamente.
Mientras los juegos del Wii cuestan en general entre US$25 y US$50, las aplicaciones de jugos para teléfonos inteligentes o tabletas —muchas de ellos gratuitas o con precios de apenas US$5— se convirtieron en una nueva alternativa para los clientes de Nintendo. Entretanto, Zynga Inc. y otras compañías fueron pioneras en el campo de los llamados juegos sociales, ofreciendo juegos en línea que son gratis, pero que cobran a los usuarios por funciones adicionales.
En tanto, fabricantes de consolas rivales como Microsoft y Sony han construido redes en línea para mejorar el atractivo de su hardware, medidas que Nintendo ha sido incapaz de igualar.
La nueva máquina de Nintendo, que será estrenada a finales de este año, apunta a aprovechar el éxito del Wii. Incorpora los controles de mando originales de la consola, con un nuevo dispositivo de tipo tableta con pantalla táctil de seis pulgadas, una cámara incorporada y sensores de movimientos.
La Wii U también apunta a corregir una importante deficiencia de su predecesora al ofrecer gráficos de alta definición, una característica clave que ayudó a la Xbox 360 y a la PS3 con los fanáticos tradicionales
"La Wii tuvo gran éxito al atraer a los jugadores no tradicionales, ¿pero podrá Nintendo hacer lo mismo con la Wii U cuando los teléfonos móviles y tabletas pueden ofrecer tantos juegos gratuitos?", se pregunta Nanako Imazu, un analista de investigación de CLSA, con sede en Tokio. "Esa es la preocupación", añade.
Imazu calcula que la Wii U se venderá en entre US$250 y US$350. Nintendo ha dicho que no tiene planes de anunciar el precio de la Wii U durante el E3.
Sony y Microsoft también están desarrollando sucesores para sus respectivos sistemas, pero no se espera que ninguna empresa presente nuevos modelos en el E3 de este año.
No obstante, se espera que Microsoft le dedique atención a "Halo 4", la última entrega de la exitosa saga de juegos de acción exclusiva para la Xbox. A su vez, Sony intentará despertar interés para la PlayStation Vita, un dispositivo portátil de videojuegos que la empresa lanzó a finales del año pasado y que tuvo una tibia recepción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario