Un nuevo estudio es uno de los primeros en explorar el valor monetario de la información personal compartida en la red.
La mayoría de nosotros no haría compras en un país extranjero sin conocer el tipo de cambio. Sin embargo, si la privacidad es la verdadera moneda en Internet, como muchos argumentan, millones de nosotros estamos haciendo eso mismo todos los días. Mientras tanto, los gigantes de Internet modifican sus políticas de privacidad en formas que les permiten cosechar y vender nuestros datos personales aún más. A pesar de las protestas de los activistas a favor de la privacidad, los usuarios en general siguen haciendo clic como si no pasara nada.
Entonces, ¿deberíamos llegar a la conclusión de que a la generación de Internet no le importa ofrecer su privacidad a cambio de servicios web gratuitos o más baratos? No, según afirman Nicola Jentzsch, del Instituto Alemán de Investigación en Berlín, y sus colegas, que publicaron la semana pasada una serie de investigaciones que demuestran que la mayoría de las personas prefieren proteger sus datos personales cuando se les da la opción de hacerlo, y que un porcentaje significativo está dispuesto a pagar extra por hacerlo.
Los investigadores dirigieron a 443 estudiantes a una web que ofrecía entradas para ver una película, procesadas por dos vendedores distintos. A pesar de que las entradas estaban subvencionadas, los voluntarios, que podían comprar una, dos o cero entradas, tenían que pagar la mayor parte del coste ellos mismos.
Cuando ambos vendedores ofrecieron entradas al mismo precio pero solo uno requería que los clientes introdujesen su teléfono móvil, el vendedor más respetuoso con la privacidad se llevó el 83% de las ventas. Cuando a los participantes se les ofreció la misma opción, pero con un cargo adicional de 50 céntimos de euro para el cine respetuoso con la privacidad, su cuota de mercado cayó al 31%.
"Resulta que cuando te preocupas por la privacidad puedes cobrar más y obtener un beneficio mayor", afirma Sören Preibusch desde la Universidad de Cambridge (Reino Unido), uno de los autores del estudio, publicado por la Agencia Europea de Seguridad de la Información y Redes, una agencia perteneciente a la Unión Europea.
Cuando solo uno de los dos proveedores indicó que iba a utilizar el correo electrónico para enviar publicidad, y ambos cobraban el mismo precio para las entradas, el 62% de las ventas fue al vendedor respetuoso con la privacidad. Pero cuando el proveedor respetuoso empezó a cobrar 50 céntimos de euro más, su cuota de mercado se redujo al 13%.
"Lo que la gente asegura en las encuestas es que le preocupa la privacidad, pero lo que realmente hace es pasar el tiempo actualizando constantemente su estado en Facebook", asegura Alessandro Acquisti, codirector del Centro para la Investigación del Comportamiento de la Decisión en la Universidad Carnegie Mellon (EE.UU.), y que no está involucrado en la nueva investigación. "Esto ha llevado a algunos a la conclusión de que la gente ya no se preocupa por la privacidad. Estos nuevos datos, junto con un trabajo similar que hemos hecho en EE.UU., muestran que este no es el caso, y que el deseo de privacidad sigue vivo".
La protección de la privacidad se encuentra en un momento crítico a ambos lados del Atlántico. En enero, Google anunció que iba a combinar los datos personales recogidos de los usuarios de decenas de servicios, como YouTube, Gmail y Google+, señalando que esto le permitiría mejorar la publicidad dirigida y las búsquedas. El lunes, la Comisión Nacional de Informática y Libertades Civiles de Francia, que representa a los reguladores europeos, se puso en contacto con Google para indicarle que una serie de hallazgos preliminares sugieren que la nueva política no cumple con la Directiva Europea de Protección de Datos.
La UE está trabajando en nuevas normas de protección de datos que incluyen multas de hasta un 2 por ciento de los ingresos globales de la empresa. El mes pasado el Gobierno de Obama estableció el marco para un nuevo código de privacidad que daría a los consumidores un mayor control sobre el uso de sus datos personales.
Copyright Technology Review 2012.
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