Dos startups dedicadas a hacer posible compartir archivos en el hogar y el trabajo tienen la intención de reinar en la nube.
Podría ser una de las ideas más obvias de todos los tiempos: ofrecer a los usuarios el almacenamiento de sus archivos en línea para que puedan acceder a ellos en cualquier lugar.
El fracaso de otras grandes empresas de computación por satisfacer esta sencilla necesidad ha dejado un vacío que ahora viene a llenar hábilmente una de las nuevas startups de más rápido crecimiento en Silicon Valley, Dropbox, una empresa creada hace tres años y recientemente valorada en cerca de 4 mil millones de dólares (2.900 millones de euros).
El software gratuito de la compañía de San Francisco proporciona una "carpeta mágica" en la que los usuarios pueden colocar fotos, hojas de cálculo y otros documentos. Almacenados de forma centralizada en los ordenadores de Dropbox, los archivos se sincronizan automáticamente en todos los ordenadores y dispositivos móviles del usuario. Las carpetas se pueden compartir entre los usuarios de Dropbox, así que cuando una persona agrega un archivo, aparece al instante en la carpeta de otra persona. El software elimina la necesidad de tener que enviar archivos por correo electrónico entre ordenadores o transportar datos en memorias USB portátiles.
"Almacenar y compartir archivos con facilidad es una de las cosas que había que arreglar de aquí a los próximos 20 años", afirma Drew Houston, de 28 años, cofundador de Dropbox con Arash Ferdowsi, de 26.
La compañía, que asegura poseer 25 millones de usuarios, recaudó 200 millones de dólares (145 millones de euros) en nuevos fondos de inversores, según los informes este año. Houston asegura que el dinero ayudará a alcanzar su objetivo de convertir a Dropbox en un "almacén de datos" universal conectado a la creciente gama de ordenadores móviles, televisores y aplicaciones móviles que usa la gente. "En realidad estamos resolviendo un problema muy grande: estamos construyendo el sistema de archivos de Internet al que se podrá conectar cualquier cosa", afirma Houston.
Permitir a la gente alojar y compartir archivos en la nube es más difícil de lo que parece. Es, señala Houston, "un serio proyecto científico", cuyos desafíos incluyen el complejo "control del tráfico aéreo" necesario para sincronizar los más de 12 millones de archivos que los usuarios cargan o actualizan cada hora. Los ingenieros de la empresa tuvieron que construir un software para trasladar todos los archivos rápidamente, y diseñaron el software de Dropbox para hacer frente a la idiosincrasia de diferentes dispositivos, desde PCs con Windows hasta iPhones.
En la actualidad, Dropbox espera que su software, y su logotipo de una caja abierta, estén por todas partes. En junio, Sony Ericsson comenzó a integrar Dropbox en algunos de sus teléfonos inteligentes Android. Houston señala que se producirán más asociaciones de ese tipo. "En el futuro, tendremos todo en cada dispositivo, y la pequeña caja azul estará en todas partes, ya sea el teléfono o la cámara, para que siempre tengamos nuestras cosas con nosotros", afirma.
La computación en la nube también se está convirtiendo en algo muy popular entre las grandes empresas, a medida que una plantilla de trabajo cada vez más móvil requiere acceso a las aplicaciones desde cualquier dispositivo. Muchas compañías están utilizando software de almacenamiento de datos de otra startup, Box.net, que afirma poseer más de 7 millones de usuarios, y el 70 por ciento de ellos incluidos en la lista Fortune 500. "Para almacenar y colaborar, la mayoría de las organizaciones actuales tienen que comprar el almacenamiento de datos, comprar un producto de búsqueda, comprar servidores y utilizar Microsoft Sharepoint [una herramienta de colaboración] y Office además de todo ello", afirma el cofundador de la compañía, Aaron Levie. Box.net combina esas aplicaciones, señala Levie.
La última oferta de Levie es la Box Platform, que permite a los desarrolladores de software incluir Box.net en sus programas. Al igual que con Dropbox, el objetivo es crear una nube común para almacenar datos que los programas puedan utilizar. Tanto Google Docs como Salesforce.com ya pueden trabajar con la plataforma de Box.net. "Ser una plataforma es una aplicación que puede acabar con las demás, ya que podemos llegar a ser el sistema operativo de todas las empresas", afirma Levie.
Box.net y Dropbox se enfrentan a amenazas de grandes competidores que se han pasado al almacenamiento en la nube. A Dropbox le inquietan los rumores de que Google se prepara para lanzar un servicio de almacenamiento similar llamado Google Drive, y Microsoft pone cada vez más énfasis en software de oficina con funciones para compartir datos que podrían competir con Box.net. Levie y Houston creen poseer una ventaja: ninguna de las dos empresas tiene un legado de software similar que puedan defender. "Incluso si Google lanzara Google Drive, es poco probable que funcione tan bien con Apple y otros productos que compiten con ellos", afirma Houston. "Hay gran valor en el hecho de ser independiente y centrarse en una cosa".
Copyright Technology Review 2011.
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