jueves, 6 de octubre de 2011

Apple debe enfrentarse a sus rivales sin su gurú


¿Seguirá la magia con Apple?
Con el fallecimiento del cofundador de Apple Inc., Steve Jobs, las miradas se centran en su sucesor: Tim Cook.
Desde que asumió oficialmente las riendas del gigante tecnológico hace seis semanas, Cook se ha ganado la aprobación sobre su liderazgo por parte de muchos empleados de Apple, y enfrentó su primera prueba de fuego esta semana durante un lanzamiento de producto que algunos analistas y clientes calificaron como deslucido.
"Hasta ahora los movimientos de Tim Cook como presidente ejecutivo han sido impecables, lo cual no es sorprendente dado que Jobs llevaba cinco años preparándolo para asumir este papel", dijo Gene Munster, un analista de Piper Jaffray & Co.
Pero una gran pregunta sigue en el aire. Jobs solía asumir el aire de mago de Apple, aportando un toque especial a la empresa y sus productos. Cook debe ahora mostrar que Apple puede hechizar sin su mago.
Bajo la mirada de Cook, Apple enfrenta dos posibles caminos: podría continuar la senda de Jobs de inventar productos que revolucionan los mercados y cautivan a sus consumidores. O, tras agotar una línea de productos existentes que puede funcionar por años, una Apple sin el carismático liderazgo de Jobs podría perder su filón de innovación y moderar su paso, al igual que otras empresas que perdieron a fundadores carismáticos.
Cook, de 50 años, lleva años preparándose para dirigir a Apple. Con una preparación en el campo de la ingeniería, se unió a Apple en 1998 para ayudar a estabilizar la compañía, que en aquel entonces estaba al borde de la bancarrota, mejorando la eficiencia de la producción. Progresivamente fue asumiendo mayores responsabilidades dentro del departamento de ventas y operaciones de la compañía.
En 2004, estuvo temporalmente al frente de Apple cuando Jobs se tomó una licencia médica de dos meses para recuperarse de una cirugía en la que le extirparon un tumor cancerígeno en el páncreas. Tras ser nombrado jefe de operaciones en 2005, Cook volvió a sustituir a Jobs en 2009 cuando el presidente ejecutivo volvió a ausentarse.
Durante estos períodos, Cook adoptó un perfil bajo, incluso relegando la presentación de productos novedosos, como el iPhone 3GS en 2009, a otros ejecutivos. Sin embargo, su actitud generalmente más reservada se ha vuelto más abierta en los últimos meses, a medida que la salud de Jobs fue empeorando.
Los accionistas han dicho que están impresionados con la manera en que Cook ha asumido un rol más público, y han expresado confianza en su capacidad de liderazgo. De la misma manera, los empleados de Apple dicen que ha mantenido a Apple en funcionamiento con un enfoque sobre los detalles y el acabado de la marca.
Apple no quiso concertar una entrevista con Cook. En un correo electrónico enviado a los empleados el miércoles, Cook escribió: "Steve deja una compañía que sólo él habría podido levantar y su alma seguirá siendo para siempre los cimientos de Apple".
Cook es conocido por ayudar a Apple a realizar inteligentes cambios operativos y de fabricación, como diversificar la fuente de los chips de memoria, pero no por ser un gurú del diseño y de productos.
"Tim Cook no necesita ser Steve Jobs; necesita ser el mejor Tim Cook que pueda ser", dijo Jeffrey Pfeffer, un profesor de la Escuela de Graduados en Negocios de Stanford.
La próxima prueba de Cook se definirá cuando la empresa publique su reporte de ganancias el 18 de octubre, y dé a los inversionistas una visión preliminar a sus expectativas para el trimestre clave de compras para las fiestas navideñas.
-Ian Sherr contribuyó a este artículo.

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