Noticias, música, vídeos y juegos. Son las cuatro categorías que verán un aumento importante en el número de consumidores dispuestos a pagar por ese contenido en la Red, según un nuevo informe de Forrester Research.
En siete de las principales economías europeas, el mercado de contenidos online de pago crecerá un 65% hasta 2017, generando más de 10.200 millones de euros de ingresos.España supondrá casi el 10% de ese pastel: más de 920 millones de euros en 2017, un crecimiento del 45% respecto al 2012, según cifras facilitadas por la consultora.
Los datos, obtenidos a base de entrevistas con miles de consumidores y análisis de decenas de variables como penetración de smartphones y tabletas, uso de Internet etc, hay que tomárselos con algo de filosofía. Hacer predicciones a cinco años vista es hoy más que nunca un deporte de riesgo. Aún así, indican una tendencia innegable: cada vez hay más servicios online de pago con contenidos de calidad, mejores precios y mássmartphones y tabletas con los que acceder a ellos como, donde y cuando queramos, algo que no ocurría hace apenas tres o cuatro años.
En el informe hay datos reveladores. Por ejemplo: el 20% de los usuarios de tabletas pagará por leer noticias en 2017 (eso sí, no dice qué tipo de publicaciones ni noticias, si generalistas, especializadas...); o este otro: el número de compradores de música onlinese doblará hasta los 65 millones de personas en los siete países analizados (Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, España, Suecia y Holanda).
Forrester señala varios casos de éxito en el pago online como otra de las palancas que está animando el sector. A Spotify, Netflix, o los periódicos The Times, Financial Times, The New York Times y el Wall Street Journal les va más o menos bien con sus experimentos de pago... Sin embargo, la consultora no dice que Spotify aún no es rentable por los (¿abusivos?) derechos que tiene que pagar a las discográficas, que Netflix está sufriendo para expandirse internacionalmente y que la prensa sigue sin poder compensar sus enormes costes de estructura. Es decir, buenas noticias pero, ¿suficiente? Tal vez, de momento, no. Queda mucho por afinar.
La otra cara del despegue del pago online es el impacto en la publicidad digital. El primer indicio ya lo vimos durante el primer semestre del año: cayó un 1,1% en España. Con los consumidores (más) dispuestos a pagar por contenido, habrá todavía menos hueco para la publicidad online rentable tal y como la conocemos hasta ahora.
En vez de banners, dice Forrester, las marcas preferirán desarrollar sus propios canales de contenido y esponsorizar el de publicaciones digitales de pago o, al menos, combinar mejor ambos mundos. Otra confirmación de lo que ya se venía sospechando desde hace tiempo: imposible que la publicidad digital lo aguante todo. Que le pregunten a Facebook.
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