(*) Por John Fenske
Una nueva generación de la
tecnología de control de acceso está a punto de sustituir los interruptores
mecánicos y tarjetas inteligentes, incluso de plástico. Es la época de las
llaves digitales y portátiles de credenciales de identidad digital que pueden
ser incorporadas en los teléfonos inteligentes y otros dispositivos móviles con
seguridad. Este nuevo modelo de control de acceso también apoyará factores
adicionales de autenticación, como la biometría, que asegura que la persona que
tiene la credencial de clave integrada en el móvil o smartphone es en realidad
la misma persona a la que se emitió la credencial.
Varias tendencias están impulsando
la adopción del control de acceso físico y lógico de los teléfonos inteligentes
y otros dispositivos móviles. El primero fue la llegada de la tecnología Near
Field Communications (NFC) para los teléfonos inteligentes, que permite el
traspaso de datos de control de acceso
entre el teléfono y el lector. Por otra parte, la consumerización de TI y
movilidad en el despliegue del modelo BYOD (Bring Your Own Device o trae tu propio dispositivo) están acelerando el
aumento del uso de smartphones en las empresas, ya que los empleados quieren
traer sus propios equipos, haciendo que los departamentos de TI estén cada vez
más conscientes de la necesidad imperiosa de controlar cómo y cuándo los
dispositivos individuales BYOD pueden tener acceso a los datos y los activos
corporativos.
Mientras que el modelo de pago
móvil NFC crece en popularidad e impulsa una mayor demanda de teléfonos NFC, al
mismo tiempo, existe una demanda cada vez mayor para consolidar múltiples
aplicaciones para el control de acceso físico y lógico en una sola credencial,
que es aún más conveniente cuando la credencial se puede insertar en un
teléfono inteligente. Con el modelo móvil de control de acceso, los teléfonos
inteligentes se pueden utilizar para varias aplicaciones, incluyendo la
autenticación biométrica, ventas sin efectivo, para abrir cerraduras
residenciales, acceder a un lector en línea de control de acceso físico, entrar
en un edificio protegido por una cerradura electromecánica con NFC, iniciar
sesión en una PC y software para generar OTP (contraseña de una sola vez) para
acceder a los dispositivos de red.
La implantación de este nuevo
modelo de control de acceso móvil requiere una nueva estructura de datos de
tarjetas inteligentes y un ecosistema de productos y servicios que ofrezcan a
los usuarios las opciones de seguridad, incluidas las soluciones que aportan la
biometría para smartphones con NFC.
Todas las transacciones entre el
teléfono y los lectores deben darse en un marco que conforme una frontera para
la entrega segura y confiable de soluciones de control de acceso para los
teléfonos inteligentes con tecnología NFC. Este límite se asegura de que todos
los parámetros, incluida la tecnología NFC en los teléfonos inteligentes, pueden
ser validados y las transacciones entre los teléfonos móviles, lectores y las
cerraduras son confiables.
Ahora que un mayor nivel de
seguridad es necesario, el uso de lectores biométricos verifica los datos de
conexión del titular de la tarjeta con la misma credencial, usando elementos
que no se pueden compartir y son portados solamente por la persona a quien se
emitió la tarjeta. Además de ser único para cada individuo, los datos
biométricos son imposibles de olvidar, perder o ser robados. En comparación con
los métodos convencionales de identificación, la tecnología biométrica ofrece
una mayor seguridad, que no depende de las contraseñas, códigos PIN o la identidad fotográfica y es demasiado
complejo para ser falsificado, lo que crea un fuerte vínculo entre la persona y
su identidad digital.
La próxima generación de
plataformas de acceso permite a los usuarios implantar modelos biométricos en
sus dispositivos móviles al igual que ya lo hacen con las tradicionales
credenciales físicas, pero con la comodidad de poder llevarlos en sus teléfonos
inteligentes. Por ejemplo, así como con una credencial tradicional, es posible
que las credenciales en teléfonos inteligentes con seguridad puedan almacenar
plantillas biométricas, como el reconocimiento del iris. Estas credenciales se
pueden presentar para la autenticación simplemente sosteniendo el teléfono
inteligente con NFC frente a una cámara de reconocimiento de iris. Una variedad
de modelos biométricos pueden ser almacenados en la credencial digital, incluyendo
huellas dactilares, geometría o patrones de la mano, así como las venas.
Los mismos beneficios asociados
con el uso de datos biométricos en tarjetas inteligentes también se aplican al
modelo físico de control de acceso móvil. El almacenamiento de plantillas
biométricas transforman los teléfonos inteligentes en bases de datos
portátiles, que son muy adecuadas para las instalaciones que abarcan múltiples
sitios. El almacenamiento de datos biométricos en una credencial digital
también simplifica el sistema y permite un soporte de usuarios ilimitados.
También elimina los requisitos de cableado para la gestión de la plantilla
biométrica, reduciendo significativamente los costos de instalación.
La siguiente generación de
soluciones de tecnología NFC combinada con un control de acceso seguro para los
dispositivos móviles, mejorará significativamente la seguridad global del
sistema. En esta nueva era, la tecnología biométrica será un elemento clave de
las soluciones de acceso móvil, ofreciendo identidades con mayor seguridad y
comodidad para el usuario.
(*) John Fenske es el vicepresidente
de Mercadotecnia de Producto para HID Global.
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de HID Global