Por SHIRA OVIDE, GREG BENSINGER y AMIR EFRATI
http://online.wsj.com/article/SB10001424127887323452204578292430525077260.html?mod=WSJS_inicio_LeftWhatsNews
Google Inc., Microsoft Corp. y Amazon.com Inc. llevan años disputándose el dominio de los aparatos móviles y las búsquedas en Internet. El nuevo frente en su guerra es invisible: la potencia computacional.
Microsoft y Google buscan desbancar a Amazon en el lucrativo negocio de alquilar almacenamiento de datos y servicios de procesamiento numérico a miles de empresas.
Amazon domina el mercado a través de su filial Amazon Web Services, o AWS, que ayuda a compañías a llevar a cabo gestiones digitales, como el streaming de películas de Netflix Inc. por Internet o el análisis del historial de accidentes de auto en la consultora de seguros Validus.
Ahora, Amazon intenta vender AWS a muchas de las empresas que son el pan de cada día de Microsoft. Mientras, Microsoft y Google tratan de arrebatarle las empresas nuevas que han sido hasta ahora los mejores clientes de AWS.
Sobre la marcha, el trío está robándose empleados entre ellos, recortando precios, repartiendo insultos y revisando estrategias de larga data, para controlar una de las áreas de la tecnología de mayor crecimiento, conocida como los "servicios en la nube".
"Las grandes guerras tecnológicas están expandiéndose a casi cualquier área de negocios, y los servicios en la nube son el campo de batalla más reciente", subrayó Bill Coughran, ex vicepresidente de ingeniería de Google y actualmente un capitalista de riesgo en Sequoia Capital. "Amazon ha conquistado los corazones y mentes de los desarrolladores, pero Google y Microsoft están ganando terreno".
Firebase, una empresa nueva de software en San Francisco, se ha beneficiado de la competencia. Cuando Firebase lanzó sus operaciones, Amazon le ofreció un crédito de servicio de US$12.000 por AWS. Otro rival, Rackspace Hosting Inc., ofreció US$36.000 en servicios gratuitos. Firebase también recibió ofertas de Microsoft y Amazon a través de una de sus inversionistas, New Enterprise Associates, si ésta y otras empresas respaldadas por NEA elegían sus servicios en la nube.
James Tamplin, cofundador de Firebase, dijo que la compañía optó por AWS "en gran parte porque Amazon tiene una infraestructura más avanzada".
Ahora, Firebase paga a Amazon mensualmente por lo que, cuando la gente accede en línea a los servicios web de Firebase, son las computadoras de AWS —y no las de Firebase— las que administran el flujo de datos.
Tamplin declinó divulgar cuánto está pagando por AWS. Pero la firma consultora McKinsey & Co. calculó que un pequeño servidor le costaría a una empresa un promedio de US$31,55 al mes en comprarlo y mantenerlo, mientras que una cantidad comparable de servicios en la nube de AWS u otra empresa similar le costaría un promedio de US$16,06 al mes.
Amazon, Microsoft y Google no divulgan los ingresos de sus productos de informática en nube, pero la firma de investigación IDC estima que figuran entre las áreas de mayor crecimiento en la industria. El año pasado, el tamaño total del mercado fue de US$40.000 millones.
Amazon cuenta con una cuota aproximada de 70% del mercado de computación en nube para alquilar almacenamiento y procesamiento de datos, estima Forrester
Research. AWS genera US$2.000 millones o más en ingresos anuales con estos servicios, según cálculos de Wall Street.
Pero lo que se juegan estas empresas es más que dinero. Con los servicios en nube, Amazon, Microsoft y Google también están compitiendo para ganarse la lealtad de los desarrolladores de software y de las empresas, que podrían comprar más servicios en el futuro.
Tras lanzar AWS en 2006, Amazon dominó por años el mercado de servicios en nube prácticamente sin rivales, lo que le permitió establecer su ventaja. El auge de AWS también fue impulsado por el apogeo de las nuevas empresas tecnológicas como Zynga Inc., que vieron que era más económico y sencillo dejar que Amazon administrara el software y los servidores que sus negocios necesitaban para operar.
Sin embargo, el año pasado la competencia se intensificó. En junio, Microsoft reestructuró sus servicios en la nube, Windows Azure, y añadió ofertas similares a AWS.
El mismo mes, Google, que ya había dado sus primeros pasos en el mercado de servicios en nube, presentó una oferta llamada Google Compute Engine, que permite que empresas operen sus aplicaciones de web en computadoras administradas por el gigante de búsquedas en Internet.
Las compañías inmediatamente comenzaron una pelea de precios. Google anunció que rebajaría sus tarifas de almacenamiento 20% a un precio básico de US$0,95 por gigabyte. Amazon rápidamente igualó la oferta de entrada de Google, lo que hizo que ésta anunciara un descuento adicional.
Microsoft las siguió unos días después informando que reduciría el costo de Azure a niveles similares a los de sus dos rivales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario