Por Wharton
"¿Por qué un hombre en Marruecos que no tiene lo suficiente para comer compra un aparato de televisión? ¿Por qué los niños de las áreas pobres tienen dificultades para aprender incluso cuando van a la escuela? ¿Por qué las personas más pobres del Estado indio de Maharashtra gastan un 7% de su presupuesto en alimentación en azúcar?" Abhijit Banerjee y Esther Duflo, economistas de MIT, intentan responder a este tipo de preguntas en su investigación, según señala la página web de su libro: "Economía de los pobres: Una reformulación radical de la manera de combatir la pobreza global" [Poor Economics: A Radical Rethinking of the Way to Fight Global Poverty].
¿Qué hace que la estrategia de Banerjee y Duflos sea radical? A diferencia de otros economistas que se centran en las cuestiones macro, como la ayuda a los necesitados, ellos se plantean la pobreza de una manera muy parecida a cómo los investigadores médicos se enfrentan al descubrimiento del tratamiento de una enfermedad: a través de pruebas clínicas. Duflo, que habló sobre el tema en una charla de TED Talks en febrero de 2010, explicó que los efectos de la ayuda son en general difíciles de medir, pero es "posible saber cuáles de ellos ayudan y cuáles no por medio de soluciones obtenidas a través de pruebas aleatorias". El método empleado requiere que se sometan los proyectos sociales a las mismas pruebas científicas rigurosas que los investigadores médicos usan en sus investigaciones con medicamentos. Así, las políticas de gestión se ven libres de conjeturas, dijo Duflo, al dejar claro "lo que funciona, lo que no funciona y por qué". No existen soluciones milagrosas, sin embargo medidas específicas —como, por ejemplo, el suministro de alimentos como forma de incentivar la inmunización, o de camas subsidiadas provistas con telas mosquiteras con el objetivo de reducir los casos de malaria— pueden tener un impacto significativo sobre los esfuerzos de reducción de la pobreza, observan los autores.
Banerjee y Duflo nunca esperaron que "Poor Economics" acabara siendo un buen negocio. "No sabíamos a ciencia cierta si nuestro libro era un libro de negocios", dice Duflo. Pero la atención que suscitó el libro fue coronada con la obtención del premio de Mejor Libro de Negocios de 2011 de Financial Times Goldman Sachs. Banerjee y Duflo estuvieron en una conferencia en Goa, India, la semana pasada. Después de la presentación, los autores se reunieron con Knowledge@Wharton para explicar sus conceptos y cómo se pueden usar para luchar contra la pobreza en el mundo.
A continuación, una versión editada de la entrevista.
Knowledge@Wharton: ¿Cómo se sienten por el premio recibido?
Esther Duflo: Estamos muy contentos, pero también sorprendidos. No entendemos cómo nuestro libro puede ser considerado un libro de negocios si su objetivo es descubrir medios y pensar propuestas que acaben con la pobreza en el mundo. Pero nos sentimos satisfechos al saber que algunas empresas y gente del área de negocios se interesan por nuestro trabajo.
Knowledge@Wharton: En su opinión, ¿cuál es la mejor manera de enfrentarse a la pobreza?
Abhijit Banerjee: La principal tesis de nuestro libro es que no hay una respuesta única, que la tesis en sí está equivocada. No existe una acción única que sea capaz de resolver el problema de la pobreza. Existen, tal vez, algunos cientos de medidas que se pueden adoptar, cada una de las cuáles tendrá un efecto, con tal de que tomemos las medidas correctas. No hay evidencias de que una medida sea más importante que otra. Creo que las recetas universales en el caso de la pobreza son ilusorias. Se trata de una ilusión conveniente, porque nos lleva a creer que podrá resolver el problema con una sola medida. Sin embargo, los datos no respaldan ese tipo de raciocinio.
Knowledge@Wharton: ¿Pero seguro que en medio de los centenares de medidas debe haber algunas cruciales que salen a relucir cuando se trata de la eliminación de la pobreza?
Duflo: Sí, algunas son fundamentales. No digo que sean las más importantes, pero por lo que sabemos hasta el momento, son muy eficaces. Pero eso no significa que en el futuro no haya otras medidas aún más eficaces.
El conocimiento de que disponemos actualmente muestra que hay una zona de sombras donde no sabemos muy bien cómo trabajar. Pero hay cosas que sabemos y que funcionan en sectores diversos. Educar a los niños, por ejemplo, es una de ellas, proporcionar educación de calidad desde una edad temprana. La gestión del sector de salud también tendría un impacto social y político positivo sobre las poblaciones pobres. En ese caso serían necesarias medidas como el mejor acceso a la salud, así como descubrir medios de incluir hierro, vitaminas etc. en los alimentos consumidos por los pobres, cuyos resultados serán positivos desde el punto de vista médico. Proporcionar a las poblaciones muy pobres un activo, una vaca, por ejemplo, y después ayudarlas a cuidar de él también funciona. Esas cosas, en nuestra opinión, son algunas de las medidas eficaces que se deben adoptar si queremos acabar con la pobreza.
Knowledge@Wharton: En su presentación en la conferencia de Goa, ustedes enfatizaron la calidad de la educación, del currículo, etc. En el caso de los pobres, en que la educación de los niños suele ser visto como el único pasaporte para escapar de la pobreza, ¿es importante la calidad de la educación?
Banerjee: Sí, sin duda alguna. Si no se aprende a leer, o si no se adquieren conocimientos básicos de matemáticas, cuando llegan a los 13 ó 14 años —y son numerosos los estudiantes con ese tipo de deficiencia— todo el esfuerzo hecho habrá sido en vano. Es un crimen que los niños estén sujetos a ese tipo de educación. Nadie conversa con ellos, la clase entera sigue adelante y nadie entiende nada. No hay nada peor que eso. No creo que estemos dando a los niños una oportunidad decente de aprender.
Duflo: Aunque no sea correcto decir que no ir a la escuela es mejor que ir a una escuela mala, el hecho es que una educación marcada por la ignorancia y por la irrelevancia es una verdadera tortura.
Knowledge@Wharton: ¿Cómo definen la pobreza?
Banerjee: No existe una única manera de definir la pobreza que satisfaga a todos. La definición de pobreza es arbitraria. Cuando se da la definición, hay que decidir lo que se pretende abarcar con ella. Si estuvieras intentando incluir a un grupo de personas tan desesperadas que necesitan ayuda inmediata, eso una cosa. Si quisieras dejar claro qué tipo de patrón de vida es inaceptable, y lo que el país necesita para, de alguna manera, resolver el problema, la situación es diferente. No existe definición que sea independiente de la pregunta planteada. Si la pregunta, desde el punto de vista de la gestión de políticas, es: "¿De qué manera debo lidiar con la ayuda de emergencia?", la definición seguirá por la misma línea. Sería muy diferente, por ejemplo, si se decidiera establecer un objetivo para los próximos 15 años. Nuestra línea de pobreza para los desesperadamente pobres tendría que ser muy inferior a nuestro objetivo de proporcionar a todos por lo menos "X" después de 15 años. Todo depende de la cuestión política que estemos intentando responder.
Duflo: En general, hay muchos pobres, por lo tanto ellos constituyen un mercado. Existen algunas formas de empresas sociales que lo han hecho bien en ese aspecto, y están ahí para que todos las podamos ver. Mucha gente inspirada en C. K. Prahalad dice que es posible ganar dinero ayudando a los pobres. Pero se necesita mucha cautela. No estoy diciendo que esas oportunidades no existan. A veces, es verdad que hay un mercado y que es posible explorarlo de manera creativa. Sin embargo, existen también muchas cosas que los pobres necesitan y que el mercado no puede darles. Es un gran error imaginar que los mercados serán capaces de hacerlo todo. Esa es una idea equivocada.
Knowledge@Wharton: La Comisión india de Planificación fijó la línea de pobreza en US$ 0,65 al día. Hay visiones diferentes sobre esto y sobre los parámetros que deben medir la pobreza. ¿Cómo se posicionan respecto a eso?
Banerjee: No vamos a usar la conversión a dólares. Es un artificio que confunde; por lo tanto, digamos que ese valor es de 32 rupias y seamos muy claros acerca de lo que eso significa. El problema de esa conversión es que no toma en cuenta las diferencias de precios. La conversión más reciente de dólares a rupias que permite observar las diferencias de precios es de cerca de 19 rupias por un dólar. Esa es la conversión correcta, y no 48 ó 49 rupias por dólar [según la tasa de cambio actual]. Esa es la relación que el Banco Mundial usa en sus estimaciones de PPP [Paridad del Poder de Compra, según sus siglas en inglés]. Por lo tanto, según esa conversión, 32 rupias equivalen a US$ 1,70. Ese es el valor correcto, y no US$ 0,65 al día. Respecto a las cuestiones sobre la pobreza, la tasa de cambio del dólar no es importante. La tarifa del autobús aquí cuesta 3 rupias. En EEUU, costaría US$ 2. Es preciso tener en cuenta el hecho de que las cosas son más baratas en India que en EEUU. De lo contrario, el número que se obtiene estará totalmente distorsionado.
Duflo: No estamos muy interesados en medir la pobreza. Otras personas lo hacen. Gente del Banco Mundial, por ejemplo. Ellos se dedican con esmero a la medición de los niveles de pobreza. India tiene una larga tradición de excelencia en esa área. A fin de cuentas, lo que importa no es tanto medir la pobreza, sino intentar comprender qué hacer con ella. En cierto sentido, se trata de un debate democrático en que todo el mundo debería participar.
Knowledge@Wharton: Usted dice que los pobres son clientes más exigentes que los ricos porque tienen que hacer que lo poco que tienen dure bastante tiempo. Pero, ¿Gobierno, trabajadores del área de ayuda a los necesitados, empresas, etc. hacen algún esfuerzo para que se pueda elegir?
Banerjee: Buena pregunta. Creo que buena parte de la política de ayuda y, en general, de la política social, ignora el libre albedrío del pobre. Se les considera personas desesperadas, es decir, basta con darles alguna cosa para que la acepten de forma inmediata. Los pobres, por su parte, están intentando llevar una vida digna dentro de las restricciones que les son impuestas. Si les dijera que coman un cierto tipo de alimento todos los días porque es más saludable —por ejemplo, garbanzos a diario— ellos evitarán hacerlo. Por lo tanto, es preciso investigar sus realidades y ver de qué manera quieren vivir la vida. Les decimos que hiervan el agua durante 20 minutos, pero no tomamos en cuenta la realidad de la vida que llevan. Veinte minutos es mucho tiempo para una mujer que tiene que hacer muchas tareas en la casa. Hay que descubrir cuáles son sus prioridades. Les decimos que hagan lo que pedimos y no entendemos por qué no lo hacen. Ellos no lo hacen porque no hemos sido capaces de comprender muy bien el tipo de vida que llevan. Es preciso darles a escoger y entender por qué hicieron ésta o aquella elección. Si quisiéramos hacer algo por ellos, tenemos que lograr que nuestra petición sea atractiva. Los pobres no son máquinas.
Knowledge@Wharton: ¿Es el problema de la pobreza mundial demasiado grande para que se pueda entender y hacerle frente?
Duflo: Tenemos que dividir ese "problema" en partes pequeñas, con las que podamos lidiar de forma individual. Para algunas personas, se trata de un único problema cuya solución también debe ser única. Ese tipo de enfoque hace que las personas se sientan deprimidas frente a la magnitud del obstáculo. Lo correcto es decir que no se trata de un problema gigantesco, sino de una serie de problemas que necesitan resolverse de varias maneras. De esa manera, habrá victorias y avances progresivos en la lucha contra el fin de la pobreza.
Knowledge@Wharton: Han dicho que los tres villanos de toda campaña para erradicar la pobreza son la ideología, la ignorancia y la inercia, y quienes representan estos tres problemas son el especialista, el trabajador del área de ayuda y el gestor de políticas locales. En el interior de India, las principales dificultades están causadas por el Gobierno y por el trabajador del área de ayuda. ¿Y en los otros países?
Duflo: En general, India recibe poca ayuda, por lo tanto no podemos culpar a los trabajadores del sector. El volumen de ayuda que llega es muy pequeño, y la mayor parte del dinero que se dedica a combatir la pobreza lo gasta el Gobierno. Por lo tanto, no son muchos los profesionales del área de ayuda en India. Pero hay muchas ONGS [organizaciones no gubernamentales] en India que hacen un trabajo excelente. Existe una diferencia muy grande entre los lugares donde se están formulando las políticas como, por ejemplo, Nueva Delhi, y la población del campo. Los campesinos hacen un buen trabajo, y tienen una percepción mucho más clara de lo que pasa en el campo. Su conocimiento, sin embargo, no siempre se aprovecha. Hay países —en África, por ejemplo— que reciben un gran volumen de ayuda, pero que se enfrentan básicamente a los mismos problemas.
Knowledge@Wharton: ¿Reciben suficiente cantidad de dinero las campañas para combatir la pobreza? ¿Existe financiación adecuada para proyectos como el suyo?
Banerjee: No. Sería preciso mucho más. Pero, incluso tomándose en cuenta lo que se está gastando, es poco el volumen que se destina a la financiación de programas innovadores y que se pueden probar, identificar de forma cuidadosa y ponerse en práctica. Un gran volumen de dinero y de recursos del Gobierno son gastos en programas que no han sido probados. En vez de gastar el dinero recibido con criterio, gran parte de él se gasta en programas equivocados. Es poco el dinero destinado a los programas para combatir la pobreza que consideramos importantes.
Knowledge@Wharton: ¿Qué ha hecho hasta ahora su Laboratorio de Acción contra la Pobreza (también conocido como Abdul Latif Jamil Poverty Action Laboratory o J-PAL)?
Banerjee: En 2003, fundamos el Laboratorio de Acción contra la Pobreza con el objetivo de incentivar y de financiar investigaciones sobre una nueva manera de hacer economía según lo que llamamos pruebas aleatorias de control. Eso proporciona a los nuevos investigadores, trabajando con socios locales, la oportunidad de poner en práctica experiencias a gran escala que les permiten probar sus teorías. En 2010, los investigadores de J-PAL habían concluido o estaban involucrados en 240 pruebas en 40 países. Diversas organizaciones, investigadores y gestores de políticas abrazaron la idea de las pruebas aleatorias. Muchos acabaron por compartir nuestra premisa básica: es posible lograr avances significativos en sectores con grandes problemas en todo el mundo a través de una serie de pequeñas medidas, cada una de ellas muy bien formuladas, probadas de forma cuidadosa y puestas en práctica con criterio.
Knowledge@Wharton: ¿Cómo creen que el movimiento de protesta "Ocupa", que se inició en Wall Street y se esparció por todo el mundo, afectará al debate actual en torno a la pobreza mundial?
Duflo: Actualmente, la protesta "Ocupa Wall Street" es una respuesta muy objetiva a las cuestiones domésticas de EEUU, a las crecientes desigualdades del país en los últimos diez a 15 años, a la inercia y a la respuesta inadecuada a la crisis económica en EEUU. La pobreza en el mundo no está entre las prioridades del movimiento en este momento. Por lo tanto, realmente no sé si esa protesta tendrá algún impacto sobre la resolución de los problemas relacionados con la pobreza en el ámbito global.
Banerjee: Existe una preocupación generalizada de que el movimiento tenga como resultado una reacción populista e irresponsable en la gestión de las políticas de Occidente, lo que podría llevar a posturas anticomercio, etc. Las protestas podrían transformarse en una especie de Tea Party, lo que sería algo malo. En este momento, sin embargo, se trata sólo de personas reaccionando al problema principal de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). En algunos de esos países, la desigualdad es cada vez mayor, y la respuesta oficial a esta situación es poco sustancial.
Knowledge@Wharton: Estudios recientes muestran que la pobreza ha aumentado de forma drástica en EEUU a lo largo de la última década debido, en parte, a la crisis económica. En un mundo de persistente incertidumbre financiera global, ¿a qué desafíos tenemos que hacer frente para combatir la pobreza en el mundo?
Banerjee: La desaceleración del crecimiento en Occidente es un problema inmenso para los países en desarrollo como India, Bangladesh y Pakistán, que dependen de las exportaciones a esos mercados. Todos tendrán que enfrentarse a limitaciones a causa de eso. Es evidente también que se ha dado una cierta atención a la creatividad ahora dirigida al descubrimiento del equilibrio en el ámbito de las economías occidentales. A fin de cuentas, necesitamos profesionales de todo el mundo que piensen en medios para erradicar la pobreza.
Duflo: Las crisis, al final, acaban afectando la vida de los más pobres. El impacto inmediato de la crisis financiera mundial no ha sido tan fuerte para los muy pobres como para las clases medias de los países ricos. Lo que más preocupa es la incapacidad de salir de la crisis demostrada en los últimos años. Eso acabará generando otros desafíos, sobre todo para las poblaciones del mundo en desarrollo.
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